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Katerine Mendez, Experta en Prevención de Riesgos En cuanto a los desafíos de trabajar en un rubro de trabajos más bien técnicos y estereotipadamente masculinos, creo que el gran desafío por delante es seguir trabajando en pro de que los ambientes de trabajo sean más equitativos e igualitarios entre hombres y mujeres, y no tener que cargar con el peso de que nuestro trabajo sea subestimado y nuestras opiniones o conocimientos sean directamente valorizados por nuestro género en ambientes como reuniones de trabajo o en terreno. Valoro muchísimo el hecho de que en HW existan técnicos femeninos y que estas oportunidades existan para nuestro género. Sin embargo, creo que es una deuda histórica que estas condiciones u oportunidades sean masificadas y quizás en algún futuro contar con una cantidad de técnicos y jefaturas símiles entre hombres y mujeres. |
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Yessenia Arias, Técnica de Emergencias Cuando comencé a trabajar en el área de emergencias, el momento de llegar a los edificios a trabajar con clientes fue complicado: los clientes me criticaban por ser mujer y además muy joven, comenzaban a preguntarse si era capaz de solucionar el problema, si tenía la experiencia suficiente. Pero con el tiempo se acostumbraron a verme y darse cuenta que una mujer puede trabajar igual que un hombre. Ahora ya no me ven como la mujer, la joven, ahora me ven como una Técnica más, son muy amables conmigo. He sabido ganar mi espacio. |
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María Paz Garrido, Experta en Prevención de Riesgos Mi experiencia ha sido gratamente positiva. Al ser un rubro en el que predominan los hombres, me ha tocado un recibimiento basado en el respeto y la empatía. Personalmente, mis principales desafíos son poder intervenir mucho más en las labores que ellos realizan, para así poder llevar a cabo mi gestión con mayor cercanía y conocimiento de causa, al mismo tiempo lograr revertir gradualmente, el actuar inseguro que los técnicos realizan en ocasiones, concientizándolos a través del tiempo. |
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Catalina Cavieres, Técnica de Mantenimiento Mi experiencia en la empresa ha sido buena, me han recibido bien y tratado como un trabajador más, no hay discriminación por ser mujer en ningún ámbito. En terreno ha sido complicado con clientes que en ocasiones piensan, creen que por ser mujer, no se le entregará la misma calidad de trabajo, pero con el tiempo uno les demuestra que puede de la misma manera o más, entonces sus perspectivas cambian, y el ambiente es muy grato. |